MANIFIESTO AL PAÍS
MI HUELGA DE HAMBRE: Un grito silencioso al mundo.
Varias autoridades de este gobierno me han visitadoen la cárcel de Latacunga, así como compañeros, amigo y familiares, pidiéndome que deje la huelga de hambre, a todos les he explicado que mi huelga de hambre no era política, nunca hice un drama de ella, he evitado las entrevistas y comunicados, que era por dignidad, y creo que dado el espurio fallo judicial reciente el mundo debe conocer todo lo que me ha ocurrido:
El domingo 21 de Octubre a las 7 de la noche, mientras estudiaba para un examen, ya que estoy estudiando una maestría a distancia para que cuando esta pesadilla acabe servir de mejor manera a mi patria, llegaron policías de civil, me empujaron con el pecho, me arrinconaron, unidos a agentes armados del Ministerio de Justicia, con armas cortas y fusiles, y mientras tanto el policía de civil, mayor de policía (¿por qué estaba de civil?), me decía al oído “ vas a ver”, “ te vas a Latacunga”, “ahora verás lo que es bueno”. Nunca me habían tratado así, siempre policías y miembros armados del GEA (Ministerio de Justicia) me habían tratado con respeto, muchos de ellos lloraron cuando me tenían que trasladar a las audiencias de mi juicio, “¿cómo lo van a condenar si ni lo nombran los peritajes”, me decían.
Esta vez fue distinto. No me dejaron coger mis cosas, se me burlaban, les pedí me dejaran coger todas mis medicinas, muy importantes para mí, solo pude coger una mínima parte. Quise ir al baño, a orinar, no me dejaron. A las bravas entré al baño de la planta baja de la cárcel 4, y pretendía este Mayor de policía, revisarme mientras orinaba, ¿por qué tanta humillación? ¿Acaso estando preso podría ocultar una pistola en mis genitales?
Ante tal agresividad, temí por mi vida. Es bueno siempre estar en paz con Dios, para guardar la calma, no tuve miedo, sí estaba nervioso, pensé en mis hijos, en mi esposa, en mi madre.
Cuando llegué a la cárcel de Latacunga me hicieron desnudar a la entrada (normalmente te dan el traje naranja en la celda), era para la foto, que me la tomó un sargento de policía, para publicarla en todos los medios, era parte de la agenda de humillación, otra foto me la tomó este policía en la zona de transitoria dentro de la cárcel, no pueden negar que fueron ellos. La humillación como política de estado. Me llevaron a una celda, donde solo había una litera, sin baño, con un lavamanos sin agua. Me hicieron sacar los pasadores de mis zapatos, todo esto frente a policías armados hasta los dientes, pregunté porque tenía que sacarme los pasadores, me dijeron “ te los sacas o te los sacamos”, tuve que quitármelos.
Encerrado en la celda, pedí agua, la respuesta fue “que le traigan sus familiares”, pero ¡si ni mis familiares sabían donde estaba!. Me dieron una botella de agua, luego pedí una Biblia. Otros presos me dieron una colcha, y un cartón para poner en la reja, y no morirme de frio.
Cuando pedí salir al baño me dejaron salir de la celda dos veces, a la tercera se negaron, porque los guías tenían que dormir, expliqué que por mismedicamentos necesito ir al baño durante la noche, me dieron un balde para que haga mis necesidades. ( la actitud de los guías cambió para bien después)
Todo esto por venganza, por odio, algunos policías prevalidos por “órdenes superiores”, y que se prestan a cosas como esta por acólitos del poder de turno, o por odios reprimidos. Jamás podré generalizar este comportamiento a toda la fuerza pública, pero escogieron bien a los que mandaron a hacerme esto, la orden fue humillarme.
Por todo esto, inicié una huelga de hambre, pacífica, sin proclamas, sin entrevistas, como la máxima forma de protestar contra la injusticia, por dignidad. Llevo 14 meses preso con prisión preventiva y soy inocente, hasta ahora han podido encontrar una prueba en mi contra, y entonces ¿a dónde está la sociedad? ¿dónde está la CIDH y la ONU? ¿ dónde están los periodistas de investigación? ¿ dónde queda la moral de los medios de comunicación? . Medios de Comunicación que callan lo que ocurre hoy, y les importa un carajo saber que hay un hombre inocente preso “por la fuerza de las circunstancias”. Tienen su trofeo, su cabeza en la pica, pero aquí estoy, yo doy la cara, no me escondo de nada, y así me tome toda la vida, demostraré mi inocencia.
Agradezco expresamente a los pocos medios que sí han informado mi situación, especialmente los digitales , es lo que queda de decencia en la comunicación social del país.
Estos mismos medios de comunicación son los que se coluden para ¡OCULTAR UNA HUELGA DEHAMBRE QUE LLEVA 52 DÍAS !.
Usted querido ciudadano, ¿ ha visto alguna noticia de mi huelga de hambre? ¡NO!, la ocultan, al menos eso creen, en realidad gracias a la conectividad que la década ganada desarrolló (primeros en Latinoaméra)