Trece personas, entre ellas un niño, murieron por un disparo de misil el jueves por la noche contra la casa de un jefe tribal al sur de la estratégica ciudad de Marib en Yemen, indicó el viernes una fuente militar acusando a los rebeldes.
Último bastión del gobierno yemení en el norte del país, la provincia petrolera de Marib es escenario desde febrero de una sangrienta batalla que se ha intensificado en las últimas semanas con los avances de los rebeldes hutíes.
La aviación de la coalición militar liderada por Arabia Saudita apoya a las tropas gubernamentales yemeníes en tierra que intentan rechazar la ofensiva rebelde.
«Un misil balístico fue disparado el jueves por la noche por los hutíes contra la casa del jeque Abdel Latif Al Qibli en el sector de Al Jawba, donde se celebraba una reunión entre líderes tribales que combaten junto a las tropas gubernamentales», indicó una fuente militar. «Trece personas murieron, entre ellas un niño» y cuatro líderes tribales, agregó. El balance fue confirmado por una fuente médica.
Desde 2014, las fuerzas progobierno libran una guerra contra los hutíes, apoyados por Irán y que controlan buena parte del norte del país, incluida la capital, Saná.
En siete años de guerra decenas de miles de personas, en su mayoría civiles, han muerto y millones han sido desplazadas, según las organizaciones internacionales.