La Policía colombiana detuvo a nueve supuestos miembros de una red de trata de personas que engañaban y explotaban sexualmente a mujeres venezolanas, ecuatorianas y peruanas en Colombia.
En una operación coordinada con la Fiscalía en dos ciudades colombianas, Bogotá e Ipiales, se “logró la desarticulación de una organización delincuencial dedicada a la trata de personas en la modalidad de explotación sexual ajena, con la captura de nueve de sus integrantes”, aseguró la Policía en un comunicado.
Entre los detenidos se encuentra una mujer, denominada “Amparo” por la Policía, que al parecer era la jefa de esta red de trata que tenía tentáculos en otras ciudades, como Calarcá, en el departamento del Quindío y cuyo centro estaba en Ipiales, en Nariño, por la cercanía con la frontera.
“El modus operandi de estos delincuentes era la captación de mujeres con vulnerabilidad económica, bajo la promesa de un trabajo que les permitiría a ellas y a sus familias tener una vida mejor”, explicó la Policía.
Los capturados fueron presentados ante un Juez de Control de Garantías, quien profirió medida de aseguramiento a todos en establecimiento penitenciario y deberán responder por los delitos de trata de personas en concurso homogéneo y sucesivo con concierto para delinquir. pic.twitter.com/jsI6GaLIXx
— Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (@DIJINPolicia) November 11, 2021
Estas víctimas también eran captadas en municipios del turístico Eje Cafetero o en el Valle del Cauca y Antioquia, así como en otros países como Venezuela, Ecuador y Perú, y eran trasladadas a Ipiales “con la finalidad de explotarlas y comercializarlas sexualmente en dos establecimientos acondicionados como clubes nocturnos”.
Una vez llegaban allí les decían que tenía “una deuda exorbitante” que debían saldar mediante “servicios sexuales aberrantes”, y si se negaban a pagarlas, las amenazaban con hacer daño a sus familias “o con supuestas maldiciones de magia negra y santería”.
Las mujeres, según el relato policial, también eran sometidas a tortura física y psicológica que les ha dejado “secuelas de permanencia”.
En el momento del operativo también rescataron a cuatro víctimas: dos colombianas, una peruana y una venezolana.
La Defensoría del Pueblo alertó a finales de julio sobre el aumento de la trata y el tráfico de personas, ya que en el primer semestre del año dieron asistencia jurídica a 99 personas, once más que en el mismo periodo de 2020.
La Policía identificó, hasta el 14 de octubre, a 123 víctimas de trata y tráfico, la mayoría mujeres y 34 menores, y detuvo a 33 personas por este delito.
Según cifras del Ministerio del Interior de Colombia, y a pesar de ser un fenómeno muy infrarrepresentado, entre 2013 y 2020 fueron registrados 686 casos de trata de personas, de los cuales el 82 % correspondió al género femenino, siendo la modalidad de explotación sexual la de mayor preponderancia con 408 casos, seguido por trabajos forzados con 134.