Son itinerantes y se armaban por las noches en las principales ciudades del eje central de Bolivia para ofrecer productos de contrabando. Ahora abren durante el día y se enfrentan con las guardias ediles y autoridades evadiendo impuestos y permisos con el pretexto de que no hay trabajo.
Diversos productos de limpieza, bebidas, alimentos, artículos electrónicos, además de prendas de vestir de contrabando, se ofrecen en ferias del contrabando que ha ganado popularidad en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, ciudades del eje troncal de Bolivia.
Los productos son ofertados por comerciantes que ingresan mercadería de manera ilegal por las fronteras de los países vecinos, como Brasil, Argentina y Perú, principalmente.
Llegan a Bolivia después de evadir los controles nacionales, como de la Aduana Nacional y su brazo operativo, el Centro de Operaciones Aduaneras, y de esquivar las inspecciones de las gobernaciones y alcaldías de las ciudades mencionadas.
En Cochabamba, las ferias son itinerantes en el municipio de Cercado para evadir controles tanto de la Aduana como de la Guardia Municipal.
En La Paz, las ferias de contrabando se encuentran en su mayoría en la ciudad de El Alto, donde se mimetizan en las ferias grandes como la de feria de la 16 de Julio, Tiwanacu, Ex tranca Rio Seco y otros.
En Santa Cruz, los productos de contrabando se comercializan en el mercado La Ramada, ahi se puede encontrar desde alimentos hasta cerveza a precios bajos.
Autoridades del gobierno boliviano dijeron que si bien estos productos que se expenden son baratos, eso no significa que sean adecuados para el consumo humano, además que afecta a la economía del país y genera una competencia desleal contra las empresas nacionales, pero poco o nada se puede hacer contra este flagelo.
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