Uno de los dos convoyes ha sido identificado como un tren de mercancías, mientras que el otro, de pasajeros, circulaba con unas 350 personas a bordo. Las autoridades han atendido por heridas a unas 130 personas, de las cuales al menos 66 han sido trasladadas a diversos hospitales de la zona, y han localizado a varias víctimas carbonizadas.
El alcalde de Tempe, Giorgos Manoli, ha asegurado que en los tres primeros vagones han alcanzado temperaturas de 1.200 a 1.500 grados centígrados.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, se ha desplazado hasta el lugar del siniestro y ha prometido que, al margen de la atención a las víctimas y la identificación de los cuerpos, las autoridades harán todo lo posible para descubrir las causas. También “para impedir que algo así ocurra de nuevo”, ha dicho ante los periodistas, según el periódico ‘Kathimerini’.
El Gobierno griego ha declarado tres días de luto a nivel nacional, hasta el viernes, por el siniestro. Los actos públicos han quedado suspendidos y los principales dirigentes, incluida la presidenta Katerina Sakellaropoulou, han cancelado su agenda oficial.